Torremolinos, 31 de Agosto de 2019. Clarence Jazz Club
El pianista mijeño se presentó el pasado sábado en el Clarence Jazz Club con un nuevo proyecto a trio. Tras años de estadías fuera de España regresa esta temporada acercándose al terruño (al menos estará a distancia prudencial) , y qué mejor ocasión para celebrar la vuelta que presentar su nuevo proyecto en el Club de Jazz de la Costa del Sol, acompañado de toda su gente.
El trio lo completan, dos zagueros de lujo (cómo se refería Marcos en simil futbolístico), el contrabajista malagueño Francis Posé y el batería argentino, malagueño residente, Andres Litwin, dos fueras de serie de los que disfrutamos en cercanía.
Estos días ya habían rodado el trio con dos actuaciones previas, en la jam del ZZ Pub y en el CAC de Velez, con lo que con el rodaje hecho la cosa fluía de lujo.
Comenzó el concierto con un standard en formato extendido en el que dio tiempo para que el trio presentara sus credenciales, y pudiera lucirse con solos vigorosos que fueron acogidos con verdadera fruición por parte del público.
El segundo de los temas, ya de composición propia, «Billevaneando» (o algo así), Marcos lo dedicó a un amigo, gran amante de Bill Evans, y con el que ha compartido grandes vivencias allende los mares, el gran pianista «granaino» Sergio Pamíes, a quién esperamos también con los brazos abiertos.
La mayor parte de los temas nuevos, aún sin titulo, los tiene identificados con los numeradores que figuran en la grabadora de pistas.
De entre sus nuevas composiciones, una dedicada al lenguaje universal malagueño, y la interpretación que su madre hace del mismo. De ahí surge su tema «Harana», con una «h» muy inspirada, como aquí tratamos el sonido de la «j».
Otro de los temas, creo que sin titulo aún, lo dedico a todas esas personas que componen su núcleo familiar, y de amistades, que se encontraban fielmente representados en el club.
De los solos del penultimo tema una mención especial al que realizó Andres Litwin. De todos los conciertos que he visto este año ha sido el más impresionante solo de batería que he escuchado, con esa forma tan especial de tratarla que tiene Andres, sin estridencias ni volumen inapropiado, pero con un manejo del instrumento del grandísimo batería que es. No paso desapercibido el «solo» para el público, que le dedicó un aplauso inacabable.
