Anoche pudimos disfrutar de un singular concierto de Jazz en la «Colección del Museo Ruso de San Petersburgo» que se encuentra en Málaga.
«El saxofonista malagueño Roberto Cantero, acompañado del pianista cubano Daniel Amat, viste de jazz composiciones de Chaikovski, Prokofiev y Stravinski, además de interpretar grandes clásicos del jazz para completar el viaje de Oriente a Occidente.
La banda está formada por un quinteto de piano, contrabajo, batería, saxos, flautas y voces. Una colaboración se suma a De Este a Oeste: Javier Ojeda, vocalista de Danza Invisible, se convertirá por una noche en Tony Bennet para interpretar Strangers in Paradise.»
La formación clásica de Daniel Amat, y la influencia de los clásicos rusos en la formación cultural cubana, perpetró un cambio de roles en los sonidos clásicos.
Algunas de las adaptaciones correspondían a una opera, y los arreglistas (Cantero y Amat) no consideraban su interpretación si no fuera en el idioma original para el que se compusieron. Así que el recurso fue que la vocalista Vicky Madera se las compusiera par aprender dichas obras con acento de Moscú. Vicky, en su presentación, preguntó sí había rusos en la sala, a los que pidió disculpas por las interpretaciones sucesivas.
Resulta más que curioso escuchar «El lago de los cisnes» con aires jazzeros, punteados al contrabajo de Pepe Triano.
Hacia el final del concierto el jazz se convirtió en danzón cubano para terminar con una descarga memorable.