Málaga, 16 de Marzo de 2018. Sala Maria Cristina
Con un formato especial se presentaba Ernesto Aurignac en la Sala Maria Cristina. El «Concierto Coloquio» nos dejo una visión clara y precisa, para los no expertos, de los comienzos del jazz, así como de fundamentos, improvisaciones, transcripciones, el cómo, el porqué y que se pretende.
A Ernesto lo acompañaban: Juanma Nieto a la batería, Rafa Sibajas al contrabajo, y Diego Suarez al piano.
El cuarteto comenzó con un recorrido por los comienzos del jazz de los años 20, para ir explicando la evolución del mismo desde entonces. El porqué de la facilidad de los músicos de jazz de realizar encuentros con otros sin conocer el repertorio, sin ensayar, ni conocerse. De cómo los standard los llevan por distintos estilos musicales, desde el original, al blues, al reggae, o la bossa nova. Hicieron una demostración practica donde llevaron un standard por varios estilos, con sensación de estar escuchando otra música, para deleite del público.

Uno a uno fueron interviniendo el resto del cuarteto, presentando algunos detalles explicativos sometiéndose a las preguntas del público asistente.
Entre medias, salpicadas anécdotas, cómo la firma de Lee Konitz en el saxo de Ernesto, y su recomendación sobre la improvisación «Nunca pierdas de vista la melodía».

Una de las preguntas fue sobre el porqué de las transcripciones y su importancia para el conocimiento del instrumento y del músico que se transcribe, llegando a sonar como una sola voz en la interpretación sobre su música.

A los postres una de las intervenciones del público dio lugar a un curioso resultado. Una persona del público se mostró decepcionado por el concierto (sin duda no pensaba que el formato era el anunciado). Explicó que se había estado poniendo al día en la música que esperaba escuchar, para lo cual había escuchado el disco que tiene junto a Marco Mezquida y Ramon Prats, M.A.P., reconociendo haberse sentido impresionado por el disco, y escuchado casi compulsívamente el tema 8 del disco, «U». Para lo que pidió que el cuarteto se despidiera con algún tema del siglo XXI, y terminar así con algo más de lo que esperaba.
Estoy convencido que el resto de los miembros del cuarteto no había interpretado nunca el tema, para lo que Ernesto pasó por cada uno de ellos, contándoles los acordes y armonías, para interpretar una emocionantísima ,y desgarradora, versión del tema original, superando la duración del mismo (7:45), lo que representó un broche de oro para el «Concierto-Coloquio», que esperamos se vuelva a repetir en más ocasiones.
Aquí el tema referido: